Viajar en moto puede ser uno de los mayores placeres de la vida. Conducir una moto para salir a la carretera y recorrer el campo en un día fresco produce sensaciones difícilmente superables por otras actividades. Pero incluso en los momentos más agradables, el piloto debe estar preparado para lo que se le presente.
Cuando aprendemos a conducir, o a lo largo de nuestra vida en el mundo de la moto, nos suelen dar muchos consejos sobre qué hacer cuando conducimos nuestra moto. La mayoría de los consejos suelen ser muy útiles, pero también hay que saber lo que no hay que hacer en las distintas situaciones que nos encontramos en la carretera. La siguiente lista, aunque no es exhaustiva, incluye cinco cosas que no debemos hacer cuando tenemos que frenar una moto.
1 - No utilizar el freno delantero cuando la moto está inclinada
Por supuesto, esto depende de una serie de factores, como el tipo de moto que utilice, la habilidad que tenga para conducirla, la velocidad y el ángulo de la pendiente, la cantidad de frenada que necesitará, el tipo de superficie de la carretera y la propia curva. El neumático de cualquier motocicleta tiene una cantidad limitada de agarre. Si se supera este límite, se producirá un derrape. Si esto ocurre con la rueda delantera en una curva, es muy fácil que pierda la parte delantera de la moto. Por lo tanto, cuanto más inclinados vayamos con nuestras bicicletas, menos tendremos que utilizar el freno delantero.
2 - No espere parar la misma distancia en carreteras mojadas o resbaladizas que en carreteras secas
Esto es muy lógico y no creo que necesite mucha explicación. De hecho, el coeficiente de fricción entre el neumático y la carretera disminuye considerablemente en una superficie mojada.
3 - No aplicar la misma fuerza de frenado en los frenos delanteros y traseros en condiciones de humedad, que cuando estamos en carreteras secas
En condiciones normales, y dependiendo del tipo de motocicleta, debemos emplear aproximadamente el 70% del esfuerzo de frenado en la rueda delantera y el 30% en la trasera (lea el artículo Cómo frenar una moto para entenderlo mejor). Como he escrito más arriba, los neumáticos tienen un agarre limitado y este agarre es menor en pistas mojadas o resbaladizas.
Cuando frenamos, hay una transferencia de peso a la parte delantera de la moto. Sin embargo, debido al menor agarre en una pista mojada, incluso con más fuerza aplicada a los frenos, no habrá tanta transferencia de peso a la parte delantera de la moto cuando el agarre es menor, lo que reduce proporcionalmente la eficacia de la frenada.
Por lo tanto, el esfuerzo de frenado entre las ruedas delanteras y traseras debe modificarse en pistas mojadas, lo que reduce la relación 70/30 que mencioné anteriormente.
4 - No se fíe sólo de uno de los frenos
Muchos pilotos desarrollan un estilo de conducción que utiliza sólo uno de los frenos: algunos prefieren sólo el delantero y otros sólo el trasero. Si ese freno falla, lo cual es posible debido al uso excesivo, tendrán que frenar con un freno al que no están acostumbrados.
Además, el uso de uno solo de los frenos reducirá en gran medida la eficacia de la frenada de la moto. Esto es mucho más evidente cuando el piloto está acostumbrado a utilizar sólo el freno trasero de la moto.
5 - No espere que los frenos sean 100% efectivos durante todo el viaje
A lo largo de un viaje, es posible que recorramos largos tramos rectos que no nos obliguen a utilizar los frenos durante mucho tiempo, lo que puede reducir su eficacia. Además, la suciedad, la humedad o incluso el agua de lluvia entre la pastilla y el disco también pueden afectar a las condiciones de frenado.
Para evitar o reducir los efectos de algunas de estas condiciones, utilice los frenos periódicamente durante el viaje, aunque sea ligeramente, para comprobar su eficacia.
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